Una conversión se produce cuando un usuario realiza una acción que cumple un objetivo de negocio. Ejemplos típicos de conversiones: completar un pedido en una tienda online , solicitar un presupuesto o suscribirse a la lista de correo.
Dependiendo de la importancia de las conversiones respecto a los objetivos de negocio, estaremos hablando de microconversiones o macroconversiones.
Para evaluar la efectividad con la un sitio web es capaz de transformar visitas en conversiones, hay que fijarse en la tasa de conversión. De manera general, la tasa de conversión se calcula como el número de conversiones divido por el número total de visitas. Por ejemplo, un sitio de comercio electrónico que reciba 1000 visitas en un mes y genere 20 ventas, tendría una tasa de conversión del 2% .
La importancia de la tasa de conversión para cualquier negocio con presencia digital justifica la importancia de servicios de optimización de conversión.